¿Qué es la torsión gástrica en perros?
Conocer qué es la torsión gástrica en perros es quizás uno de los síndromes que debemos identificar rápidamente debido a su gravedad. Tiene mayor incidencia en los perros de raza grande y de no tratarse, las consecuencias pueden ser fatales.
Este cuadro agudo aparece cuando el estómago gira alrededor de su eje, comprimiendo la boca inferior y superior del mismo e impidiendo a su vez la salida o entrada de gases, líquidos o alimentos.
Síntomas de la torsión gástrica en perros
El síntoma más habitual que puede reconocerse rápidamente es el intento por parte del perro de vomitar, sin conseguirlo. Es posible identificar también una inflamación del abdomen, provocando dolor lo que provoca que se niegue a tumbarse o recostarse. Su salud se deteriora en poco tiempo. Podemos localizar otros síntomas, tales como la dificultad respiratoria, ansiedad y una salivación excesiva.
Es muy importante, si coincide en algunos de estos síntomas, llevar rápidamente al veterinario para someterlo a examen. Habitualmente se toma una radiografía de su cavidad abdominal, ya que puede confirmar claramente la distensión. Cabe destacar que durante el desplazamiento debe tratarse de mover lo menos posible al perro y sobre todo, lo más rápidamente posible ya que, dependiendo del tiempo, puede llegar a generarse complicaciones. Cabe destacar que la valoración del veterinario es importante, ya que puede determinar según el estado físico del perro, que no podrá superar la cirugía, por lo cual se planteará la opción de dormirlo.
¿Qué tratamiento hay para la torsión gástrica?
El veterinario procederá a la sedación del perro y a la administración de líquidos, analgésicos y antibióticos para la estabilización. A continuación, se realizará una vaciado de estómago a través de la boca del animal para eliminar gases, líquidos y restos de comida; si no pudiera realizarse optará por la utilización de distintas herramientas para hacerlo a través del abdomen.
Cabe la posibilidad de que surjan más complicaciones ya que con la torsión del estómago, también se gira el bazo, afectando a los vasos sanguíneos de este órgano que pueden derivar en hemorragias. En este caso el veterinario extirpará el bazo al animal. Otra de las complicaciones es el tejido necrosado, aumentando la tasa de letalidad, incluso una vez superada la cirugía. Una vez terminado el proceso, se procede a fijar el estómago en la pared abdominal con el fin de evitar otra torsión.
La tasa de recuperación variará dependiendo del tiempo que ha comenzado a recibir el tratamiento, la existencia de tejido necrosante o las posibles complicaciones post operatorias. Estas complicaciones pueden ser arritmias cardíacas o peritonitis, lo que puede dar como resultado el fallecimiento del perro. Habitualmente, si superan las 48 la tasa de recuperación es elevada.
¿Se puede prevenir la torsión gástrica?
Pese a que la tasa de incidencia suele darse en perros de razas grandes, pueden realizarse algunas acciones preventivas para evitar la torsión. Si nuestro perro come con ansiedad y rápidamente debe fraccionarse la toma diaria en dos raciones y utilizar comederos especiales anti-ansiedad, que obligarán al perro a alimentarse lentamente. Podéis encontrar en la sección comederos para perros con ansiedad. Fijar unas horas para alimentarlo y no estresarlo durante la ingesta, es un punto importante. También es importante escoger el tipo de pienso, por ejemplo, los piensos Custom Diet han elaborado croquetas que se parten con facilidad, lo que permite al perro masticar de manera más pausada.
En épocas de mucho calor se debe evitar la ingesta masiva de agua, sobre todo después de las comidas. Evitar que realice una actividad intensa antes de la ingesta o después también previene la torsión.
Con todo ello, es posible que el perro pueda sufrir este cuadro clínico a lo largo de su vida, sobre todo si sufre de ansiedad durante la ingesta, por eso es importante conocer qué es la torsión gástrica en perros y como se debe actuar.