Akita Americano

Los orígenes del Akita Americano datan de mediados del siglo XX al finalizar la segunda guerra mundial cuando soldados del bando americano adoptaron perros de la raza Akita Inu. Se inició un proceso de cría que dio como resultado un perro de mayor tamaño y más robusto, conservando su instinto de caza de sus antepasados japoneses y su carácter.

Carácter

Un perro orgulloso que desprende majestuosidad y que necesita una motivación para realizar sus tareas. Su marcado carácter e inteligencia hace que sea un perro con ganas de aprender y le guste realizar mucho ejercicio físico. Pese a ello, son perros difíciles de adiestrar dado su tendencia a dominar. Es necesario que sus cuidadores tengan experiencia en el adiestramiento ya que requieren de una educación adaptada y una socialización temprana.

Con el adiestramiento adecuado el Akita Americano es un perro fiel y muy protector con su círculo más íntimo. Su convivencia con los niños no presenta ningún problema y, acostumbrado a vivir con otros animales, le permitirá disfrutar de su compañía, aunque necesitará su momento para disfrutar de un entorno tranquilo.

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El Akita Americano muestra una actitud de recelo ante personas desconocidas, aunque no tiene un comportamiento agresivo, y no tiene tendencia al ataque, por lo que no es un perro adecuado para ser guardián. Para las personas más cercanas y aquellas que estrechan su vínculo con el, muestra una actitud cariñosa. Tener una actitud agresiva provocará un efecto negativo en la convivencia con el.

Aspecto

El tamaño del Akita Americano es mucho mayor que su antecesor japonés, con una altura de 71 centímetros de media y 55 kg en los machos. En las hembras su altura máxima es de 65 centímetros con un peso máximo de 40 kg. Su aspecto robusto está reforzado por la densidad de su pelo y con subpelo largo y espeso. Es posible encontrar todo tipo de colores en Estados Unidos, aunque suelen preferirlos pintos y con la máscara negra. En perros con manchas estas son de gran tamaño y se encuentran distribuidas uniformemente sobre un fondo de color blanco.
Su característica principal es su cabeza, ancha, en forma de triángulo con orejas de la misma forma que se encuentran orientadas hacia adelante. Su cola está densamente poblada y se encuentra enrollada a un lado. Sus ojos, más pequeños y de marrón oscuro habitualmente acaban en un hocico más profundo.

Historia

No fue hasta la finalización de la Segunda guerra mundial que se diferenciaron las razas de Akita Americano y el Akita Inu ya que, hasta el momento, se consideraban una sola. Su origen comienza en Akita donde se han encontrado registros del siglo XVII donde eran utilizados para la caza. Más tarde, en el siglo XIX fue utilizado como perro de peleas, cruzándolos con mastines para aumentar su tamaño y resistencia. Esta práctica fue abolida a principios de siglo XX en Japón y a principios de los años 30 el Akita fue considerado monumento natural, prohibiéndose su exportación fuera del país asiático.
La evolución del Akita hasta la actualidad fue fruto del cruce de diferentes razas, lo que finalmente obligo a clasificar en dos líneas: El Ichinoseki y el Dewa, siendo estos últimos los que finalmente llegaron a territorio americano.

Fundación del Akita Kennel Club

Posteriormente, tras la Segunda guerra mundial los Akita fueron expandiéndose por territorio americano, fundando el Akita Kennel Club, que posteriormente cambió de nombre en 1956 pasando a llamarse Akita Club of America. A pesar de la creación del club Japón no reconoció la nueva raza, lo que propicio finalmente que el Akita Club of America la clausura del árbol genealógico de origen asiático. No fue hasta los años 90 cuando el club volvió a autorizar la importación de la raza Akita Inu, pese a que ya existían grandes diferencias como el gran tamaño del americano y la delicadeza del Akita japonés.

A principios del año 2000 la FCI dividió la raza en el Akita Americano y el Akita Japonés, sirviendo de base el estándar del Akita Americano de 1972 publicado por el American Kennel Club.

Salud

En la actualidad podemos encontrar los dos tipos de raza en Europa gracias a los criadores, quienes se involucran en conservar las características principales de cada raza. Los criadores también priorizan el carácter y por supuesto, la salud. Son perros que no tienen una enfermedad típica y no suelen enfermar, a excepción de los propios problemas de las articulaciones debido a su peso. Otras enfermedades de origen cutáneo o capilar pueden ser las más frecuentes.

Alimentación

Son perros que requieren de una alimentación con niveles equilibrados de proteínas, ya que un exceso de las mismas puede causar enfermedades en su piel o pelaje. Los cereales y la soja pueden ser también responsables de problemas en su piel. En general, el Akita Americano debe tener una alimentación acorde a su tamaño y peso, como cualquier otra raza. Se debería evitar, en todo caso, la carne de cerdo y proporcionarle alimento con carne cordero, por ejemplo, que tiene una baja reacción alérgica. Otras carnes pueden ser el venado o la ternera, combinada con una mezcla de verduras y arroz, un cereal de fácil digestión y baja alergenicidad.

Establecer unos horarios de comida y dividir las dosis, manteniendo siempre su cuenco de agua fresca lleno le proporcionará la nutrición necesaria. Será necesario establecer unas reglas en la comida, como establecer unas horas fijas para que se alimente y si, pasado media hora sin haberla consumido, retirárselo. Los Akita Americanos, pese a su tamaño, son perros que comen muy poca cantidad de pienso.

Cuidados

Con un pelo duro y subpelo denso será necesario peinarlo dos veces por semana, permitiendo que conserve su brillo y observando si existe algún problema en su piel. En los períodos de muda será necesario un peinado diario para evitar que el pelo se desprenda y ensucie el suelo.

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El Akita Americano no requiere de un mantenimiento o alimentación difíciles, pero si que requiere de cierta actividad física para gastar toda su energía. Para ello es necesario que el perro tenga un objetivo o motivación, de lo contrario los juegos con perros no darán resultado y no prestará atención. A pesar de ser un perro que le gusta el deporte, se encuentra limitado hasta cierto punto.

Adiestramiento y socialización

Su instinto de caza debe tomarse en cuenta ya que puede ocasionar alteraciones en actividades en conjunto con sus cuidadores. Al ser un perro que tiende a dominar, será necesario desde un principio adiestrarlo utilizando una correa. La correa será esencial tanto en ciudad como en bosque. Si su educación se basa en la perseverancia, el cariño y la socialización durante su primera etapa de vida. El Akita Americano no es un perro para cuidadores sin experiencia, ya que su orgullo y su independencia pueden causar problemas de convivencia. En cambio, un adiestramiento correcto y una socialización puede dar como resultado un fiel compañero.

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