¿Qué es la sarna en perros?
La sarna en perros es una enfermedad que afecta a la piel de nuestro perro, causado por distintos tipos de ácaros cuyas consecuencias pueden agravar el estado de su salud. La transmisión de esta enfermedad es consecuencia del contacto directo con un animal infectado u objetos. La sarna puede transmitirse de una hembra infectada a su cría en el momento de dar a luz.
¿Qué síntomas produce la sarna en perros?
Podemos apreciar alteraciones en la piel de nuestra mascota que rápidamente nos pueden llamar la atención, como la perdida de pelo en zonas determinadas. El perro no para de rascarse continuamente y su piel puede inflamarse o enrojecerse. Puede presentar inapetencia por el pienso y como consecuencia, una evidente perdida de peso. Otro de los síntomas más comunes de sarna en perros es la utilización de objetos o cualquier superficie para frotarse.
En algunos casos puede presentarse manchas rojas, descamación en su piel e incluso llagas, aunque un síntoma característico es el mal olor que desprende. En los casos más graves se puede detectar sequedad en su piel o de mayor grosor.
¿Qué tipo de sarna en perros existe?
Existen diferentes tipos de sarna, entre los cuales podemos encontrar dos que son las más comunes en perros. Los distintos tipos de sarna tienen tratamiento, que será diferente en cada caso, de igual manera que del tiempo que tarde en curarse.
Sarna sarcóptica
Este tipo de sarna es la más habitual en perros y es conocida como la “sarna canina” o escabiosis. El ácaro responsable es el Sarcoptes Scabiei y su propagación es muy rápida además de ser muy infecciosa para otros perros que entren en contacto viendo sus primeros síntomas en la primera semana. Se debe tener cuidado con este tipo de sarna ya que puede afectar a las personas, debiéndose tratar con extrema precaución.
La sintomatología puede ser interpretada como una infestación por pulgas debido a que el perro no para de rascarse. Si se extiende alrededor de su cuerpo sus síntomas pueden agravarse y puede presentar resistencia al tratamiento indicado por el veterinario.
Sarna demodécica
Es conocida como la “sarna roja” y el ácaro responsable es el conocido como Demodex Canis, presentes siempre en el cuerpo del perro. Se produce cuando el sistema inmunológico del animal se encuentra débil, propagándose con gran rapidez. Dentro de la sarna demodécida podemos encontrar tres tipos distintos.
- Sarna demodécida localizada: Localizada habitualmente en la cabeza del perro, aunque puede aparecer en distintas partes de su cuerpo. Puede apreciarse sus síntomas por la falta de pelo alrededor de su hocico u ojos. También puede localizarse en sus patas o en el lomo, siendo una sarna que más afecta a cachorros, aunque suelen desaparecer al cabo de poco tiempo.
- Sarna demodécida generalizada: Este tipo de sarna se identifica cuando el perro tiene distintas zonas de su cuerpo con falta de pelo, llegando a ampliarse a grandes zonas.
- Pododermatitis democédica: Se puede apreciar falta de pelo o “calvas” en las patas del perro. Es la sarna democédica que presenta más dificultades en el tratamiento puesto que se acompaña de infecciones de origen bacteriano que producen malos olores.
¿Existen otros tipos de sarna en perros?
En la actualidad podemos encontrar otras variantes de la sarna menos conocidas ya que suelen afectar a otras especies como los gatos, infectando de forma ocasional a perros.
Sarna notoédrica
Esta variante afecta de manera más generalizado a gatos, pero puede darse el caso de una infección en perros. Los ácaros conocidos como Notoedres cati comenzando por las orejas y el rostro del animal. Una vez expandida la infección afecta a distintas partes de su cuerpo.
Sarna Cheyletiella
Producida por ácaros Cheyletiella son conocidos también como “caspa ambulante” y que afectan principalmente a gatos o conejos. Este tipo de sarna puede afectar a humanos provocando síntomas muy leves similares a una picadura que produce mucho picor. Es muy contagiosa, sobre todo en cachorros y sus síntomas se aprecian por inflamación de la piel, produciendo mucho picor y caspa alrededor de la zona.
Sarna otodéctica
Producida por el ácaro Otodectes Cynotis que se encuentra en los conductos auditivos y que son causantes de otitis en gatos y perros. Tiene una gran capacidad de contagio por contacto directo y no afecta a los humanos. Los síntomas se aprecian por picor en sus orejas acompañado de sacudidas y secreción muy parecida a la cera, aunque de color muy oscuro. De no tratarse puede aparecer heridas en la zona del cuello y la cabeza u otitis.
Sarna Pneumonyssoides
El ácaro responsable denominado Pneumonyssoides caninum afecta a la zona de la nariz en perros y otros animales. Este tipo de sarna no es habitual y sus síntomas en un principio no revisten gravedad, aunque puede derivar en que el perro no pare de estornudar. Otros síntomas son hemorragias o secreciones nasales, infectando a otros perros al entrar en contacto con la nariz.
¿Qué tratamiento hay para la sarna en perros?
A pesar de que hay algunos tipos de sarna más agresivas que otras en todos los casos puede encontrarse un tratamiento para curarlo. Es vital acudir al veterinario cuanto antes para que identifique el tipo y nos prescriba el tratamiento adecuado que, habitualmente, suelen ser acaricidas.
Además de los acaricidas que pueden ser inyectados, tomados oralmente o a través de su piel mediante pomadas se puede acompañar de antiinflamatorios y analgésicos. Para contribuir a su recuperación también puede aconsejarnos determinados tipos de champús para perros que produzcan alivio en el perro. Para los casos de sarna otodéctica la medicación se suministrará a través de gotas que se introducirán en los oídos y posteriormente se masajeará la zona para que penetre hasta el interior.
Debemos terminar el tratamiento por completo, de lo contrario es muy probable una reinfección del animal extendiendo el período de recuperación del animal.
¿Cómo prevenir la sarna?
Es importante mantener siempre una buena higiene del perro realizando un baño mensual con un champú especialmente para perros. El entorno, así como no tener contacto con otros perros que se sospeche pueden estar infectados evitará su transmisión. Durante la revisión anual es importante que se realice una desparasitación tanto externa como interna. Otro factor importante a tener en cuenta es mantener su entorno limpio y, en caso de que otro perro con sarna hubiera estado en su lugar habitual o nuestro perro se hubiera recuperado, desinfectarlo todo.
Para evitar que los ácaros aprovechen un sistema inmunológico débil deberemos mantener una alimentación adecuada para nuestro perro, contribuyendo a mantener su salud en un estado óptimo gracias a una nutrición completa.