Bóxer
La raza de perro bóxer ha ido evolucionado a lo largo del tiempo y adaptándose a un ambiente familiar. A pesar de ello, sigue siendo una raza polifacética que puede servir como perro de acompañamiento o para realizar actividades físicas intensas. Con un carácter marcado por la bondad y con tendencia al juego son perfectos para convivir con niños, sin olvidar que son perros muy protectores y valientes.
Los bóxer no requieren de un adiestramiento complejo ya que tienden a aprender rápidamente todo lo que se le enseña. Son perros muy sociables tanto con otros de su especie como con humanos, gracias a una actitud tranquila y con una paciencia casi infinita. A pesar de su sociabilidad muestran precaución ante desconocidos, aunque no atacarán si no hay una razón evidente o haya una situación que consideren peligrosa. Su seguridad y su autocontrol los hacen perfectos para convivir en familia.
Características
Los Bóxer en la actualidad son considerados un perro sociable, habituados a la familia, además de poseer una buena fama de perro guardian. Son perros muy versátiles ya que pueden servir como perros de salvamento, para realizar deporte o como acompañamiento. Con un marcado carácter donde predomina la bondad y sus ganas de jugar conviven perfectamente con niños.
Su adiestramiento es sencillo ya que tienen tendencia a estar ansiosos por cumplir las órdenes. Su sencillez y sus ganas de aprender permiten que sean perros muy sociables con las personas de su alrededor. De gran paciencia, pueden llegar a aguantar las travesuras de niños pequeños y son perfectos como perros protectores ya que siempre están atentos a cualquier situación que se salga de su rutina. No suelen atacar ni morder a menos que haya una razón evidente, sienta peligro o el dueño se encuentre calmado y tranquilo.
Aspecto
El aspecto de la raza Bóxer es fácilmente distinguible por un cráneo más fino dotado con una mandíbula más ancha y fuerte, sobresaliendo la parte inferior respecto a la superior. Esto provoca que el labio superior caiga sobre los dientes del interior. Destaca también su hocico oscuro, diferenciado del color de su cabeza. El estándar en la raza bóxer es una piel atigrada, con distintas manchas de color blanco que pueden ocupar un tercio de la superficie de su cuerpo. También se considera el aspecto aleonado con tonalidades entre el rojo oscuro o el aleonado rojizo. Su pelo es corto y de aspecto brillante acentuando la musculatura del perro, sobre todo en lo que se refiere a sus patas traseras que le proporcionan agilidad.
En la actualidad existen en diversos países la prohibición del corte en sus orejas y cola, siempre y cuando sea para motivos estéticos. Los párpados negros junto a sus ojos oscuros proporcionan un efecto de aspecto energético tan reconocido.
Historia
Se considera que la raza Bullenbeisser – extinta en la actualidad – son los antecesores de los Bóxer. Sus orígenes se remontan a la edad media, extendiéndose su cría por toda Europa con el objetivo de ayudar en la caza de osos y jabalíes. Más adelante, entre los siglos XVI Y XVIII fueron utilizados como perro de peleas, enfrentándose a toros. Su cría era responsabilidad principalmente de los cazadores, quienes seleccionaban a aquellos que poseían un hocico más ancho. En aquella época poseían una musculatura fuerte, sobre todo en la mandíbula, que permitía tirar a su presa al suelo con suma facilidad.
Lentamente la raza Bullenbeisser fue evolucionando hasta 1820, momento en que se han encontrado registros de la evolución de la raza similar al actual Bóxer. Dada su agresividad en aquella época y el uso que se les daba, hubo países que prohibieron su tenencia o cría y no fue hasta la llegada y uso de armas de fuego por parte de los cazadores que su cría comenzó a entrar en declive. Finalmente, en el siglo XIX su cruce con la raza bulldog inglesa dio comienzo al perro que en la actualidad es, más dócil y sociable. En 1924 se consideró al bóxer como perro de trabajo, aunque en la actualidad esta practica ya no es habitual. Seis años después se estableció los estándares fisiológicos del Bóxer gracias a Friederum Stockmann, quien presentó al mundo a su perro Lustig vom Dom con una complexión perfecta.
Cría y salud
Esta raza tiene predisposición a las deformaciones articulares, displasia de caderas debido a su tamaño y la deformación de la columna vertebral conocida como espondilosis deformante. En algunos casos pueden padecer problemas cardíacos como la estenosis aórtica o la miocardiopatía dilatada canina, también conocida como MDC. En algunos casos pueden surgir distintos tipos de tumores, ya sean de origen maligno o benigno. Otras enfermedades como el hipotiroidismo están relacionadas con esta raza, provocando en el perro fatiga, letargo, aumento de peso o, por el contrario, pérdida de apetito, necesitando el suministro de fármacos para la mejora de su salud.
Por estas razones es necesario llevar un control veterinario anual, con el fin de detectar cualquier problema y realizar el tratamiento correspondiente que puede hacer mejorar su calidad de vida.
El estándar de cría de la raza Boxer sigue determinándose por el club del Bóxer de Múnich. La selección de los mejores ejemplares que cumplan con todas las condiciones, incluidas las de carácter y forma física. Los que no cumplen los requisitos automáticamente quedan excluidos. Para ser incluido en el libro de orígenes certificado por la FCI se realiza un seguimiento desde cachorros para la comprobar que cumplan todos los requisitos. El objetivo de este seguimiento es evitar las enfermedades hereditarias.
Cuando acudamos a un criador debemos fijarnos en diferentes aspectos, como, por ejemplo, el precio. Un precio muy bajo nos debe hacer levantar sospechas, por lo que será necesario informarnos con anterioridad sobre el propietario dado que los cachorros pueden haber heredado problemas de salud que se verán reflejadas en cuantiosas facturas del veterinario e incluso el fallecimiento de este. Si el criador es fiable puede mostrarnos un libro con el logotipo de la FCI. Siempre podremos realizar una consulta a los clubes que nos guiaran en el proceso de crecimiento y cría, entre otros.
Cuidados
Los bóxer son perros amigables y obedientes, aunque para ello precisan de adiestramiento que permitan desarrollar sus rasgos positivos rápidamente. El dueño siempre debe mostrar una actitud calmada y positiva, de lo contrario su testarudez puede traer consecuencias negativas en su comportamiento. Como cualquier perro, necesitan actividades para ejercitar sus músculos y son amantes de largos paseos donde pueden interactuar con otros perros o ser estimulados con diferentes actividades. Esto les afecta desde que son pequeños hasta sus últimos años, sintiendo la misma emoción que el primer día.
Los cachorros derrochan mucha energía, por lo que es necesario establecer unas rutinas donde se estimulen ya que son insaciables, sobre todo cuando se tratan de juegos. Además, es necesario ofrecerle una educación consecuente desde el comienzo para que se establezcan unas reglas de convivencia en el grupo familiar e incluso con personas que no conocen.
Aspectos a tener en cuenta para tener un Bóxer
Hay que tener diferentes aspectos a tener en cuenta para tener un bóxer en casa. Ya sea un cachorro o de perrera esta raza aprende rápidamente mediante el adiestramiento. En el caso de adopción, será necesario algunas horas de adiestramiento para que el perro vuelva a tener ganas de aprender, obteniendo resultados muy positivos. Es un perro ideal para aquellas personas que nunca han tenido un perro, dado su fidelidad y obediencia, además de su carácter juguetón.
Al ser perros muy enérgicos será necesario ofrecerle lugares al aire libre donde realizar actividades físicas o juegos, sobre todo en la etapa de cachorro y cuando son más jóvenes. Por otro lado, es necesario establecer unos exámenes anuales en el veterinario para controlar que el perro se encuentre en buen estado de salud, permitiendo así que disfrute de una excelente calidad de vida.